Un seguro para bicicletas no es ningún lujo.
Lamentablemente, la mayoría de las personas solo se dan cuenta de esto cuando ya es tarde y no hay nada que hacer. No solo se trata de que la bicicleta supone una inversión, a veces bastante cuantiosa, sino que cualquier ciclista está expuesto a situaciones de riesgo cuando transita por las ciudades o las carreteras.
Cada vez son más las personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte o de esparcimiento. Colombia vive un verdadero boom al respecto, no solo porque nuestros grandes pedalistas siguen consiguiendo triunfos a granel, sino también porque ha hecho mella una mentalidad cada vez más responsable con el medio ambiente.
El incremento en el uso de la bicicleta ha traído consigo un aumento en el índice de robos de estos aparatos. Además, Colombia no termina de entrar en una cultura de respeto al ciclista y también vemos cómo, con cierta frecuencia, se presentan accidentes en los que el pedalista lleva la peor parte. Por eso, contratar un seguro para bicicletas es una medida sensata. Enseguida ofrecemos cinco razones puntuales que sustentan esta afirmación.
El robo, una razón para contratar un seguro para bicicletas
El robo de bicicletas ha aumentado de forma considerable en Colombia, especialmente durante los dos últimos años. Lo peor es que las modalidades de hurto se han multiplicado y van desde romper el candado de seguridad de la cicla, hasta embaucar al propietario con falsas simpatías o con mujeres muy atractivas.
Por eso, nadie está exento de caer en las redes de los delincuentes, que siempre están afinando sus tácticas. Solo un seguro para bicicletas que incluya protección contra robo, puede garantizar que la inversión no se pierda de la noche a la mañana.
Los daños, una pesadilla
La bicicleta es uno de esos aparatos que puede sufrir daños considerables durante un choque o una caída. A veces, tú sales ileso, pero la bici no. Lo peor es que en los modelos de gama media o alta, la reparación puede resultar imposible o, en el mejor de los casos, bastante costosa.
En esas ocasiones, sí o sí, se requiere de un soporte financiero para atender la eventualidad. Ahí es precisamente cuando un seguro para bicicletas puede salvar a una persona de perder toda su inversión o de verla convertida en chatarra de un momento para otro.
¿Quién no se ha caído de una bicicleta?
Todos alguna vez hemos probado lo que es perder el equilibrio por no atropellar a un perro, o saltar por el aire cuando tropezamos con una piedra que no habíamos visto. Por lo general, estos pequeños accidentes no tienen graves consecuencias. Sin embargo, también se dan los casos en los que esa caída lleva a una complicación mayor. Es ahí cuando el tema no se puede manejar con un poco de alcohol y curitas.
De hecho, hay quien puede quedar con limitaciones físicas de por vida. Si no tiene un seguro para bicicletas, simplemente debe asumir por completo las consecuencias de ese hecho, sin ningún soporte que le permita sobrellevar en mejores condiciones esta situación.
La vida, el máximo valor
Un buen seguro para bicicletas incluye protección en caso de que el conductor pierda la vida durante su viaje en bicicleta. Pero no solo eso, también queda protegida cualquier persona que la conduzca, sin importar que no sea su propietario. El seguro es una ayuda invaluable en caso de que se presente una de estas situaciones extremas.
En lugares desconocidos…
Muchos dirán que tienen todo bajo control, porque conocen al dedillo cómo protegerse de los ladrones. Están al tanto de sus tácticas y saben cuáles son los sitios peligrosos. Pero, ¿qué pasa cuando llevan su bicicleta a un viaje, hacia un lugar que desconocen? En terrenos poco conocidos, son los maleantes los que llevan la ventaja. El amparo del seguro para bicicletas es la única garantía en esas situaciones excepcionales.